historia
En el año 1992, en el corazón de Atolotitlán, Puebla, nació una marca de mezcal que cambiaría la forma en que el mundo veía esta bebida tradicional mexicana. La marca se llamó “Mezcal Corazón de Acero”.
La historia comenzó con una familia local que tenía una pasión por la elaboración del mezcal. Durante generaciones, habían perfeccionado el arte de la destilación, transmitiendo sus conocimientos y habilidades de padres a hijos. Decidieron compartir su amor por el mezcal con el mundo y así nació “Mezcal Corazón de Acero”.
Elaborado artesanalmente, cada botella de “Mezcal Corazón de Acero” es un reflejo del amor y la dedicación que se pone en su producción. Desde la selección del agave hasta la destilación en alambiques de cobre, cada paso del proceso se realiza con cuidado y atención al detalle.
Lo que distingue a “Mezcal Corazón de Acero” es su compromiso con la calidad y la tradición. A diferencia de las marcas comerciales, no utilizan maquinaria moderna ni procesos industriales. En su lugar, siguen los métodos tradicionales que han sido parte de la cultura mexicana durante siglos.
El resultado es un mezcal de sabor único y auténtico, que captura el verdadero espíritu de Atolotitlán. Cada sorbo es un viaje al corazón de Puebla, lleno de notas ahumadas y terrosas que solo se pueden encontrar en un mezcal artesanal.
Seguimos siendo fieles a nuestras raíces porque para nosotros, lo más importante es preservar la tradición y compartir el espíritu de Atolotitlán con el mundo.
Y así continúa la historia de “Mezcal Corazón de Acero”, una marca que comenzó como un sueño familiar y se convirtió en un símbolo del orgullo y la tradición mexicana.